PRIMER MILITARISMO II LA PROSPERIDAD FALAZ

sábado, 12 de octubre de 2013

Indice - Historia del Perú

No es novedad que el guano encontrado en las costas del Perú a mediados del siglo XIX hiciera de su historia pieza única en América Latina, pues le permitió la hazaña de cancelar su deuda pública y de engancharse en una nueva y mayor deuda. Sin embargo, un breve recuento de la historia de esta riqueza podrá situarnos mejor dentro del contexto de este período republicano, que se inicia alrededor del año de 1840 y concluye en los inicios de la Guerra con Chile.

Razones climáticas y en última instancia oceanográficas fueron las responsables de que miles de pájaros piqueros, alcatraces, cayones y guanayes hicieran de las islas costeñas su hábitat ideal. La acumulación de excremento de estas aves formó verdaderos yacimientos, a veces de 3 metros a altura. El guano se convirtió en un compuesto del alto contenido de nitrógeno más fácilmente absorbible que los fertilizantes de las plantas. Para entonces, parte de Europa (Inglaterra) y Norteamérica habían revolucionado la agricultura orientándola racionalmente a la producción masiva de alimentos. En efecto, el guano fue, por ejemplo, el causante de que el trigo, centeno, la avena y el ganado prosperaran e incrementaran su producción de manera constante a todo lo largo del Reino Unido hasta fines de la década de 1872, contribuyendo así a su autoabastecimiento.

CONCEPTO
Es el período donde el Estado peruano recibió grandes ingresos económicos por el comercio del guano y del salitre; pero que no fueron invertidos en impulsar una economía capitalista nacional. El Estado peruano invirtió esos ingresos en obras improductivas generándose una economía dependiente del capitalismo inglés por los préstamos, importaciones, etc. Esta denominación la dio Jorge Basadre.

PANORAMA MUNDIAL
En Europa en el siglo XVI y específicamente en Inglaterra, se desarrolla la revolución agrícola, un antecedente de la revolución industrial. Ante ello, surge la necesidad de mayor cantidad de materia prima y se crearon nuevos métodos y técnicas la producción agrícola. Inglaterra le dio una gran importancia a fertilizantes naturales muy efectivos, que abundan en la costa e islas peruanas, el guano y el salitre; gracias a ello podían aumentar su producción agrícola. Desde las décadas de los 40 del siglo XIX, los ingleses iniciaron la explotación y comercio del guano a través de compañías como la Casa Gibbs quienes vendían el guano a los grandes propietarios ingleses e incluso hasta los representantes de la Cámara de los Comunes. Pero los ingleses no fueron los únicos en comprar el guano, también lo hizo Francia con la Casa Allier y los EE.UU, pero en proporción menor a Inglaterra.

MODALIDADES DE VENTA DEL GUANO
1. Arrendamiento de Islas (1840): El Estado alquiló, por un año, las Islas Guaneras al empresario Francisco Quiroz.

2. Venta directa (1841): El Estado vende el guano a casas comerciales como la Casa Quiroz - Alljer.

3. Consignatarios (1847): Se encargan de extraer, transportar y vender el guano en Europa, a nombre del Estado Peruano, a cambio cobran un porcentaje de la venta final.

A. Nacionales y extranjeros (1847)
B. Nacionales (1862)

4. Monopolio (1869): El Estado entregó la exclusividad de la venta del Guano a la casa comercial francesa "Dreyfus Hermanos" (Contrato Dreyfus).

INGRESOS RECIBIDOS DEL GUANO: Según el profesor Hunt, es de la siguiente manera:
Un 7% para la supresión de las contribuciones de los indios y manumisión de los esclavos, un 29% para expandir la burocracia civil, un 24,5% para expandir la burocracia militar, un 8% en transferencia de pago a extranjeros, un 11% de pago a peruanos, un 20% en ferrocarriles.


PRIMER GOBIERNO DE RAMÓN CASTILLA
(1845-1851)

Establece el primer presupuesto aprobado por el Parlamento, que trataba de ordenar la economía peruana. Se detalla, en cuanto a ingresos, que estos provenían de las aduanas, la contribución industrial, los impuestos por predios rústicos y urbanos, el papel sellado, el muellaje, molinos y nieve. Durante el primer gobierno de Ramón Castilla, el 16 de marzo de 1850, se aprobó la ley llamada Consolidación de la deuda interna.

En suma, una vasta operación financiera consiste en el pago de las deudas acumuladas contra el Estado peruano desde los inicios de la República y a favor de los prestatarios nacionales. Por ejemplo, fueron declarados con derecho a indemnización los dueños de esclavos enrolados en el ejército, los propietarios de ganado y sementeras que sirvieron para sostener a las tropas, los plantadores de azúcar, productores de chancaca y aquellos productos destruidos o confiscados en beneficio de la causa de la independencia. Al terminar Castilla su primer gobierno, 1851, la deuda interna consolidada ascendía ya a 4'879.6081/2 pesos. La ley de Consolidación consistía en cancelar todas las deudas de independencia lo que trajo como consecuencia un despilfarro del dinero del Estado y una gran corrupción de poder. Se manifestó entre los liberales, eran los consignatarios, grandes comerciantes e intelectuales influenciados por las ideas demoliberales de la burguesía europea o norteamericana, estos antes de representar a una clase social tenían la fuerza para realizar cambios estructurales ya que su origen aristocrático feudal tampoco lo permitía. Sus planteamientos fueron fundamentalmente sintetizados en el principio de la "soberanía popular" que planteaba que todos los ciudadanos deben participar en política, esto era con el objetivo de lograr el apoyo de la población campesina y fortalecer políticamente para lograr sus objetivos económicos, estas ideas se defendían desde el colegio Guadalupe y sus principales representantes fueron: Los hermanos José y Pedro Gálvez y Benito Lazo y González Vigil. Los conservadores estaban formados por terratenientes y el alto clero quienes difundían el principio de la soberanía de la inteligencia concepción retrograda y racista planteada por el sacerdote Bartolomé Herrera y Manuel de Vivanco, quienes señalaban que los que deberían participar en política debían ser los inteligentes, es decir, los blancos terratenientes; y no los indios por su ignorancia. Las ideas de los conservadores eras difundidas desde el Colegio San Carlos.

Además, Ramón Castilla desarrolló obras públicas como: el primer ferrocarril y telégrafo del América del Sur Lima-Callao, servicios de correo, primer barco sudamericano "El Rimac", primer reglamento de instrucción pública, inició la inmigración de chinos coolies (Haciendas Costeñas): la migración de los trabajadores chinos a la costa del Perú fue organizada por los agricultores y comerciantes peruanos en combinación con los negociantes portugueses e ingleses. La mayoría de estos chinos estuvieron ubicados entre Ica y Lambayeque. Su mantenimiento era muy barato para los hacendados. El factor principal por lo que se trajeron trabajadores chinos no fue que faltara mano de obra, sino porque las estructuras tradicionales (economía comunitaria, campesina y feudales) de las zonas alto andinas habría inmovilizado a sus poblaciones. Por otro lado, el peculiar "mercado" de trabajo costeño no ofrecía ningún incentivo importante a poblaciones que vivían en economía poco monetarizadas y que no querían reemplazar esclavos por obreros (asalariados). Durante su gobierno, se creó el Mercado Central . A nivel internacional, combatió la expedición monarquista de Flores; quién pretendía establecer una monarquía en el Ecuador (esto motivó a la convocatoria del Primer Congreso Americano en 1847 donde asistieron Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia siendo representante del Perú Manuel Ferreiros).


GOBIERNO DE JOSÉ RUFINO ECHENIQUE
(1851-1854)

En el campo de las obras públicas, fomentó la inmigración alemana a Pozuzo, Chanchamayo y San Ramón. La aristocracia peruana admiradora de la raza blanca europea planteó que si eramos un país atrasado era porque la mayoría de la población era indígena y, si quisiéramos salir de ese atraso, deberíamos poblar nuestro territorio de blancos (alemanes, austriacos, irlandeses, españoles y vascos) por eso el Estado desarrolló una política de colonización de territorios en la selva peruana por pobladores europeos dándoles muchas facilidades para poblar territorios, perjudicando a los pobladores nativos a quienes no se les reconocía derecho a asegurar sus tierras. Se firmó el tratado fluvial con Brasil, con lo cual se permitió la libre navegación del Brasil por el Amazonas, este tratado se denominó "Bartolomé Herrera - Da Ponte Ribeiro". Continuó el pago de la consolidación interna, donde Echenique reconoció como pago de la deuda montos cuatro o cinco veces más altos que lo realmente endeudado,"El Escándalo de la Consolidación". Iniciándose una guerra civil (1854 a 1855) con Castilla. Durante esta revolución, Castilla prometió la manumisión de esclavos, que en el fondo fue un gran negocio porque cada propietario recibió 400 pesos por cada esclavo que liberaba.
La libertad de los esclavos terminó siendo un negocio redondo para sus dueños. En 1854 no había más de 16,000 esclavos en el Perú entre 35-40 años de edad. Los hacendados consiguieron al final que se les pagara por un total de 25,500 incluyendo a los que no eran esclavos porque habían nacido después de julio de 1821. Castilla desde su cuartel en Huancayo, en plena guerra civil contra el Presidente, dio el Decreto del 3 de diciembre, aboliendo a los que estaban en las filas de Echenique. El Decreto mencionaba claramente que los propietarios recibirían una indemnización justa. Castilla gana esta rebelión de las Batallas de Izuchaca y la Palma.


SEGUNDO GOBIERNO DE RAMÓN CASTILLA
(1855-1862)

En este segundo gobierno, Ramón Castilla asumió inicialmente una función liberal esto quedó manifestada con la Constitución de 1856, posteriormente asume una posición moderada lo que impulsa una nueva constitución de 1860 donde una de las principales modificaciones en la esfera electoral era que el elector tenía ahora que saber leer y escribir, ser encargado de un taller, propietario de terrenos o pagar algún impuesto, con esto se esperaba prevenir el control del voto urbano y de los campesinos por parte de los grandes terratenientes y gamonales. En esta nueva regla, se excluyeron del voto a los indios, desempleados, y chinos contratados para las plantaciones costeñas, bajo el pretexto de que no pagaban impuestos directos. Las obras públicas más notorias son: establece el primer mapa del Perú y el censo nacional de 1862, se alumbra la capital en base a gas, se instala agua potable en la capital, se construye la penintenciaría de Lima, el ferrocarril Lima - Chorrillos. Así mismo, se produce el conflicto con el Ecuador porque este país había firmado con sus acreedores ingleses un convenio mediante el cual cedía un inmenso territorio a Brasil a cambio del 30% de su deuda. Esto motivó a que se de el bloqueo del Ecuador y luego la ocupación de Guayaquil. Todo termino con el Tratado de Mapasingue.

Durante 1858, ocurrió la protesta de los artesanos limeños contra la importación de manufacturas que les quitaban trabajo y los condenaban al hambre. Era la lucha del taller artesanal contra las fábricas nacidas de la revolución industrial. Dos años después, los gremios fueron abolidos por la Constitución.

Hasta 1862, la explotación y venta del guano estuvieron confiadas a varias casas comerciales extrajeras, como la de Anthony Gibbs. Al expirar en 1862 su contrato firmado una década antes, la Casa Gibbs no pudo obtener la renovación del mismo. El gobierno del Mariscal Castilla prefirió, no sin reticencias, entregar esta consignación a un grupo de comerciantes peruanos, asociados bajo el nombre: de Compañía de Consignatarios Nacionales "Hijos del País".

LECTURA COMPLEMENTARIA

Extraído de Guano y Crisis en el Perú del XIX Nueva Historia General del Perú Pág 123-128
Editorial Mosca Azul.

(.......) Fue en 1840 que el Perú empieza a despertar de su letargo, otra vez (como antes y como después) bajo el acicate del mercado y de la demanda externa. Para un país identificado en el universo entero con el oro y con la plata, era una suprema ironía empezar a fundar su prosperidad en torno a la exportación del mal oliente guano de las islas del litoral, el excremento secularmente depositado por la aves y cuyas propiedades químicas habían sido conservadas por las peculiares condiciones climáticas de la costa del Pacífico. Pero de la misma manera como la Europa del Renacimiento requirió oro y plata para empezar y consolidar su proceso de "acumulación primitiva" ahora, a mediados del siglo XIX, la Inglaterra victoriana requería de los abonos para elevar la productividad de su agricultura en respuesta a las mutuaciones generadas por la revolución industrial. Aves y guano, de un lado; agricultores y comerciantes, de otro, configuraron así los dos extremos de una trama que se extiende desde 1840 hasta 1879, al interior de la cual se desarrolló lo esencial del proceso económico y político del Perú. Esta "historia" de la edad del guano, aún insuficientemente conocida, entre patética y dramática, encierra algunas enseñanzas útiles. (.......)

(.......) La razón esencial de este fracaso se encuentra en el carácter colonial que todavía mantuvo la economía peruana del siglo XIX. Desde el momento mismo de la conquista española, en 1532, el espacio americano fue eficientemente integrado dentro de un mercado internacional en expansión, para cumplir un papel especifíco en la división internacional del trabajo. Este papel, el de productor de materias primas para un mercado externo, básicamente no ha cambiado desde entonces. Esta orientación externa de la economía tuvo además su contraparte en un mercado interno con características muy específicas. La población peruana en la primera mitad del siglo XIX era alrededor de los dos millones de habitantes, cuya gruesa mayoría, además de ser indígena, tuvo escasos o nulos contactos con el mercado. Pero además este débil y segmentado mercado interno, como consecuencia de la invasión de las telas inglesas a que dio lugar la irrestricta libertad de comercio decretada conjuntamente con la independencia de 1821, estaba ahora estrechamente subordinada a las necesidades de la producción europea. Los productos nativos, en una palabra, carecían de un mercado interno para la realización de las mercancías que producían, es decir, del estímulo necesario para expandir su producción y para invertir productivamente. (.......)
( ...... ) El algodón y el azúcar fueron las expresiones básicas de la produción de las haciendas del litoral costeño. La escasez de capitales y la desorganización de la fuerza de trabajo de los esclavos producida por las guerras de la independencia provocaron una aguda crisis en la agricultura de la costa, estancamiento que se prolongó hasta comienzos de la segunda mitad del siglo XIX. Precisamente, los capitales generados por el guano y la masiva importación de coolíes chinos permitieron corregir el estrangulamiento que afectaba a la economía agrícola. Pero esto no era suficiente. El desarrollo algodonero de la costa peruana entre 1865 y 1873, así como el desarrollo azucarero de la misma región entre 1870 y 1880 no hubieran sido posibles de no existir en aquellos momentos condiciones extremadamente favorables en el mercado internacional. En efecto, la caída de la producción algodonera como consecuencia de la guerra civil americana, así como la crisis azucarera del Caribe levantaron los precios de estos productos y obligaron a las potencias europeas a buscar áreas sustitutivas para la producción de estos recursos.(....)

(....) La participación creciente del guano en los ingresos fiscales, en efecto, posibilitó que el Estado peruano pagara no sólo a sus antiguos acreedores externos, sino también a los nativos. Independientemente del juicio que se pueda tener sobre la justeza de los pagos efectuados a través de la "consolidación de la deuda interna", el hecho concreto fue que este mecanismo permitió la transferencia de una masa importante de capital dinero a manos de la embrionaria élite económica limeña. Esta primera centralización del capital les permitió, poco más tarde, desplazar a la Casa Gibbs en la consignación del guano hacia Europa, constituir las bases del capital financiero y controlar los primeros bancos y, finalmente, poner en marcha la agricultura de exportación de la costa peruana. El control del capital mercantil, del capital financiero y del capital agrario, en suma, fue la base esencial de su restablecimiento económico como clase y la premisa de su recuperación política. (....)

(...) Esta resistencia de la economía peruana al acicate del guano explica otra importante característica de la historia económica del período. Un Estado frente a la incapacidad de captar los excedentes internos que eran necesarios para su mantenimiento, tuvo que recurrir al cómodo recurso de los empréstitos externos, cuya realización y pago de obligaciones eran posibles por el excelente respaldo brindado por el guano. En 1822 y en 1824, paralelamente a su nacimiento como República, el Estado peruano había suscrito dos empréstitos por 1'200,000 y 600,000 libras esterlinas respectivamente. Dada su insolvencia, el Estado peruano no tuvo la capacidad de atender las obligaciones derivadas de estos empréstitos. El establecimiento del servicio de la deuda externa ocurrió recién en 1849, gracias a los ingresos derivados de la venta del guano. Pero la consolidación de la deuda externa fue, por otra parte, el comienzo de un impresionante ciclo de nuevos empréstitos, cuyos hitos fundamentales fueron los siguientes: 1853, por 2'600,000 libras esterlinas; 1862, por 5'500,000 libras; 1865, por 10'000,000 libras; 1869 por 291,000 libras; 1870, por 11'920,000 libras y 1872 por 36'800,000 libras. Para conocer el significado de estos empréstitos basta señalar que ellos subordinaron financieramente al Estado peruano frente al mercado monetario de Londres, mientras que el servicio de la deuda externa absorbía la totalidad de los recursos generados por el guano. Por si todo esto fuera poco, las operaciones especulativas asociadas a cada empréstito limitaron significativamente la participación del Estado peruano en sus beneficios. (...)

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