SEGUNDO GOBIERNO DE MANUEL PRADO (1956-62)
¿El Apra se alía con Prado = Convivencia?
Empecemos por recordar que Manuel Prado y Ugarteche, hijo de Mariano Ignacio Prado, el presidente que abandonó el país durante la guerra con Chile, ocupó la presidencia del B.C.R. y era accionista servil al capital financiero del imperialismo yanky derrotó en 1939 al candidato de los exportadores, José Quesada, y pudo ser presidente entre 1939 y 1945. Eran años de la Segunda Guerra Mundial y Prado se mostró tan abyecto ante los intereses aliados que encabezaban los EE.UU. que el presidente Prado fue el primero de toda Latinoamérica en ser invitado por Roosevelt a visitar los EE.UU., potencia a la que siempre se sometió y a la que el Apra había jurado “acción contra el imperialismo yanki” en el primer punto de su programa de 1924.
Sin embargo en 1948 el jefe del Apra, Victor Raúl Haya de la Torre, fue invitado a los EE.UU. Y luego escribió a su regreso: “El Capital norteamericano … ahora tiende a ser más social, más demócrata, más del pueblo” y luego afirmó “Nos oponemos vigorosamente al comunismo… no es solución para los problemas económicos y sociales del mundo”.
Pero las oligarquías agroexportadoras y sus leales militares jamás perdonaron a Haya la virulencia mostrada en su lucha por el poder desde 1931 así como los crímenes políticos que sus “búfalos” también perpetraron contra ellos.
Recordemos la persecución antiaprista de la dictadura militar (Ochenio) de Odría en la que Haya tuvo que encerrarse por 5 años y 3 meses en la Embajada de Colombia (1949-54).
Durante el Ochenio de Odría el Apra se mantuvo “fuera de la ley” y muchos apristas sufrieron prisión y torturas; Haya de la Torre pudo pasar de la “prisión dorada” en la embajada de Colombia al confortable exilio en Europa desde 1954. En 1956 Odría, presionado por EE.UU. de quien recibía órdenes, convocó a elecciones invitando a participar incluso al Apra, pero sin presentar como candidato a Haya.
Los apristas buscaron entonces un pacto con el antiguo civilista, apoyado por la Coalición Nacional de la oligarquía agro-exportadora y por Odría, Don Hernando de Lavalle; éste prometió a los apristas la liberación de sus compañeros presos después de un estudio de los delitos imputados.
Pero Haya buscó en Europa al ex-presidente Manuel Prado y Ugarteche, quien había garantizado a de Lavalle su abstención de ser candidato presidencial en 1956 y éste pacto con Haya para recibir el respaldo aprista a cambio de liberar inmediatamente a todos los apristas, sin importar su delito, y preparar el acceso del Apra al gobierno en 1962. A este pacto abominable entre el Apra y el Pradismo se le llama CONVIVENCIA. Al poco tiempo, importantes líderes del Apra, en desacuerdo con la traición, crearon el Apra Rebelde que será el MIR.
Pero la militancia mayoritaria del Apra formada en la sumisa disciplina de corte fascista, sujeta a personas caudillescas y no a principios, se sumó a la convivencia votando por Prado e induciendo a sus compañeros y familiares, algunos desde la cárcel, a votar por Prado.
En 1960 se produjo la huelga de los trabajadores de la Siderúrgica de Chimbote y la represión policial causó 4 muertos y 15 heridos.
La situación en las provincias andinas era también convulsionada, especialmente en los valles de la Convención y Lares del Cusco, donde los campesinos dirigidos por Hugo Blanco tomaron zonas de cultivo al grito de “Tierra o Muerte”.
El diario “La Prensa” exigía mano dura.
En 1960 un grupo de estudiantes de San Fernando que protestaban fueron encarcelados junto a presos comunes que los ultrajaron y golpearon gravemente, la indignación ciudadana se expresó el 25 de mayo de 1960 en un mitín en la Plaza San Martín, donde el gobierno anunció la renuncia del ministro responsable, Carrillo Smith. Prado y Beltrán recibieron la orden de los EE.UU. de que mejoren la imagen del gobierno en vista de los graves efectos sobre Latinoamérica que podía tener el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
En 1960 Beltrán encargó a una comisión el estudio de una Reforma Agraria que jamás tuvo apoyo oficial. En realidad el gobierno no pensaba conciliar con los intereses de la oligarquía terrateniente a pesar de la crisis.
¿Qué ocurría en el contexto internacional?
Durante el segundo mandato de Prado ocurrieron 2 sucesos importantes vinculados a las relaciones exteriores del Perú:
• En 1960 el presidente del Ecuador Velasco Ibarra declaró la nulidad del Protocolo de Río de Janeiro, generando una tímida protesta diplomática del Perú.
• Sanciones económicas y expulsión de la OEA de Cuba (1961-62) por el triunfo de Fidel Castro en la revolución cubana, y en plena concordancia con las órdenes de los EE.UU., reafirmados en la Conferencia de Punta del Este, cabe sin embargo resaltar la actitud principista del canciller y maestro, Porras Barnechea que se apartó del cargo antes de avalar la sanción.
El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la proclamación de República Socialista que hizo Fidel Castro en 1961, significó la llegada de la Guerra Fría a Latinoamérica y el peligro de las guerrillas.
Era nuevamente el momento de actuar para los militares cuyos oficiales ya recibían cursos de Contrainsurgencia en la Escuela de Fort Bragg (NorCarolina, EE.UU) y de guerra en la jungla de Fort Guik en el Canal de Panamá.
¿El Apra se alía con Prado = Convivencia?
Empecemos por recordar que Manuel Prado y Ugarteche, hijo de Mariano Ignacio Prado, el presidente que abandonó el país durante la guerra con Chile, ocupó la presidencia del B.C.R. y era accionista servil al capital financiero del imperialismo yanky derrotó en 1939 al candidato de los exportadores, José Quesada, y pudo ser presidente entre 1939 y 1945. Eran años de la Segunda Guerra Mundial y Prado se mostró tan abyecto ante los intereses aliados que encabezaban los EE.UU. que el presidente Prado fue el primero de toda Latinoamérica en ser invitado por Roosevelt a visitar los EE.UU., potencia a la que siempre se sometió y a la que el Apra había jurado “acción contra el imperialismo yanki” en el primer punto de su programa de 1924.
Sin embargo en 1948 el jefe del Apra, Victor Raúl Haya de la Torre, fue invitado a los EE.UU. Y luego escribió a su regreso: “El Capital norteamericano … ahora tiende a ser más social, más demócrata, más del pueblo” y luego afirmó “Nos oponemos vigorosamente al comunismo… no es solución para los problemas económicos y sociales del mundo”.
Pero las oligarquías agroexportadoras y sus leales militares jamás perdonaron a Haya la virulencia mostrada en su lucha por el poder desde 1931 así como los crímenes políticos que sus “búfalos” también perpetraron contra ellos.
Recordemos la persecución antiaprista de la dictadura militar (Ochenio) de Odría en la que Haya tuvo que encerrarse por 5 años y 3 meses en la Embajada de Colombia (1949-54).
Durante el Ochenio de Odría el Apra se mantuvo “fuera de la ley” y muchos apristas sufrieron prisión y torturas; Haya de la Torre pudo pasar de la “prisión dorada” en la embajada de Colombia al confortable exilio en Europa desde 1954. En 1956 Odría, presionado por EE.UU. de quien recibía órdenes, convocó a elecciones invitando a participar incluso al Apra, pero sin presentar como candidato a Haya.
Los apristas buscaron entonces un pacto con el antiguo civilista, apoyado por la Coalición Nacional de la oligarquía agro-exportadora y por Odría, Don Hernando de Lavalle; éste prometió a los apristas la liberación de sus compañeros presos después de un estudio de los delitos imputados.
Pero Haya buscó en Europa al ex-presidente Manuel Prado y Ugarteche, quien había garantizado a de Lavalle su abstención de ser candidato presidencial en 1956 y éste pacto con Haya para recibir el respaldo aprista a cambio de liberar inmediatamente a todos los apristas, sin importar su delito, y preparar el acceso del Apra al gobierno en 1962. A este pacto abominable entre el Apra y el Pradismo se le llama CONVIVENCIA. Al poco tiempo, importantes líderes del Apra, en desacuerdo con la traición, crearon el Apra Rebelde que será el MIR.
Pero la militancia mayoritaria del Apra formada en la sumisa disciplina de corte fascista, sujeta a personas caudillescas y no a principios, se sumó a la convivencia votando por Prado e induciendo a sus compañeros y familiares, algunos desde la cárcel, a votar por Prado.
En 1960 se produjo la huelga de los trabajadores de la Siderúrgica de Chimbote y la represión policial causó 4 muertos y 15 heridos.
La situación en las provincias andinas era también convulsionada, especialmente en los valles de la Convención y Lares del Cusco, donde los campesinos dirigidos por Hugo Blanco tomaron zonas de cultivo al grito de “Tierra o Muerte”.
El diario “La Prensa” exigía mano dura.
En 1960 un grupo de estudiantes de San Fernando que protestaban fueron encarcelados junto a presos comunes que los ultrajaron y golpearon gravemente, la indignación ciudadana se expresó el 25 de mayo de 1960 en un mitín en la Plaza San Martín, donde el gobierno anunció la renuncia del ministro responsable, Carrillo Smith. Prado y Beltrán recibieron la orden de los EE.UU. de que mejoren la imagen del gobierno en vista de los graves efectos sobre Latinoamérica que podía tener el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
En 1960 Beltrán encargó a una comisión el estudio de una Reforma Agraria que jamás tuvo apoyo oficial. En realidad el gobierno no pensaba conciliar con los intereses de la oligarquía terrateniente a pesar de la crisis.
¿Qué ocurría en el contexto internacional?
Durante el segundo mandato de Prado ocurrieron 2 sucesos importantes vinculados a las relaciones exteriores del Perú:
• En 1960 el presidente del Ecuador Velasco Ibarra declaró la nulidad del Protocolo de Río de Janeiro, generando una tímida protesta diplomática del Perú.
• Sanciones económicas y expulsión de la OEA de Cuba (1961-62) por el triunfo de Fidel Castro en la revolución cubana, y en plena concordancia con las órdenes de los EE.UU., reafirmados en la Conferencia de Punta del Este, cabe sin embargo resaltar la actitud principista del canciller y maestro, Porras Barnechea que se apartó del cargo antes de avalar la sanción.
El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la proclamación de República Socialista que hizo Fidel Castro en 1961, significó la llegada de la Guerra Fría a Latinoamérica y el peligro de las guerrillas.
Era nuevamente el momento de actuar para los militares cuyos oficiales ya recibían cursos de Contrainsurgencia en la Escuela de Fort Bragg (NorCarolina, EE.UU) y de guerra en la jungla de Fort Guik en el Canal de Panamá.
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